Un trozo de una de esas tarjetas de 17×11.3 cm que tanto utilizaba Gonzalo para escribir. No cortado, no; es un trozo razgado de su complemento que… quién sabe dónde fue a parar. De un lado del trozo: un texto en prosa. Del otro lado, las palabras -más breves-, tienen otro ritmo, otra letra, otro tiempo… pero el mismo ánimo.
Estos dos textos podrían separarse, el primero en esta sección de Prosa y el segundo… tal vez, en Identidad de Hojas Sueltas. Son de cuando Gonzalo empezó a vivir en el departamento de Río Marne y, de alguna manera, ambos hablan de lo mismo; por eso se quedan así: juntos, complementándose.
Pasos de no se quién, escucho,
a través de la puerta
y se van de largo
algunos arrastran cansancio.
pasos, otros, con alas de prisa
de quien sabe que debe llegar.
y los que quisiera oír
los ausentes, los sabidos lejos,
cómo tardan en llegar a mi puerta.
empiezo a sentir que no vendrán
tengo miedo
miedo de cuando
en el momento de olvidar
que espero, los que espero
vengan a mi puerta y los
oiga y al oírlos no recuerde
que tiempo atrás, me senté cerca
de la puerta y la espera
se haya quemado en alguno
de los cigarros aplastados
y esos pasos… ¿de qué pasos hablo?
* * *
rechazo la alternativa
anticipo el no
a la posible soledad
y la hago a un lado
no quiero estar solo
no, otra cosa,
solo nunca.
René Loyo Cárdenas says
Excelente
crisol says
Gracias René, gran elogio con el que nos honras. Seguirá llegando material cada viernes por si quieres darte una vuelta para ver que hay de nuevo. También verás que hay mucho publicado porque el Crisol se empezó a armar hace 15 meses ya. Espero que lo sigas disfrutando.