Cuando me quedaban solamente unas cuantas hojas para terminar de llenar este Crisol con las palabras de Gonzalo, ví que aún estaba pendiente este escrito que debió haber sido una canción. Se medio adivina su letra en una de esas grabaciones en las que Gonzalo apenas musitaba las palabras que buscaban abrirse paso para ser acogidas por una melodía.
En el camino que he recorrido para elaborar este Crisol de Palabras, me he topado con papeles que parecen premonitorios de muchas cosas. Creo que, de todos ellos, éste es el que más pertenece, precisamente hoy, 1 de abril del 2020, al sitio de la Portada donde lo reproduzco a modo de pieza final de esta obra –que bien que ha sido como armar un atesorado rompecabezas–.
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