Esta canción está dedicada a la memoria de Dení Prieto Stock, asesinada en 1974. La directora Luisa Riley hizo un documental sobre su muerte y Raúl Prieto, tío de Dení, escribió un artículo un mes después de su muerte, titulado Bala vil.
preludio a Dení
tengo la memoria enferma
hastiada de fechas
de las que indignan
repugnan
pústulas virulentas
octubres y junios rojos
botas militares también rojas (sanguinolentas)
rojas como mi indignación.
y soy de los que quedan
esperan
acechan
en el trabajo subterráneo de la recuperación.
escribo con sangre
mareas derramadas
de la vida que cobra la bala
bala multiplicada por la gracia
y repartida por la mano del imperio dictador.
eso siempre lo recuerdo
eso siempre lo recuerdo
escribo en lengua materna
cautivo de la memoria de cada instante
del hambre y la sed
tejiendo de sol a sol
una red de verdades constantes
que ayudan a deslizar el pensamiento
sobre el hilo que se enmaraña en la palabra;
esto para no mentir,
esto para no olvidar
que hay días marcados
un catorce de febrero
que lleva por nombre Dení,
una bala militar tachada con su nombre
y un pedazo de tierra de puebla
bañada con su sangre
y el silencio oficial que se repite
tantas veces como lo rompemos y romperemos
a canto abierto,
con la canción que me destapa el alma
y me cura la memoria.
Dení
Letra y Música: Gonzalo Rodríguez González
un canto joven
marchó a la sierra
iba a combatir
iba a combatir
deni un capullo
henchido de esperanzas
soñaba libertades
quería un mundo mejor
deni, tu canto
habita en muchos pechos
tu sangre derramada
la tierra la bebió
esos chacales
que te acribillaron
no pueden acallar
no pueden acallar
con sus viles balas
tu fresco canto
aquí hoy yo lo repito
no se apagará
un canto joven
marchó a la sierra
iba a combatir
iba a combatir
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