En el departamento de la calle de Hamburgo, montamos un pequeño taller para trabajar esmalte sobre cobre. El esmalte es una artesanía muy costosa y ni Gonzalo ni yo teníamos madera de vendedores y nos fuimos involucrando en otras actividades. La mayoría de las piezas que elaboramos deben estar en manos de familiares y amigos a quienes las regalamos. Si me envían las imágenes, será un gusto agregarlas a esta pequeña galería.
Quedan conmigo cinco piezas que hizo Gonzalo. La que encabeza la galería de imágenes es un autorretrato que Gonzalo elaboró repujando un trozo de cobre al que después cubrió con una capa de esmalte transparente. Una vez cocida esa capa de esmalte, delineó con un pincel y sobre-esmalte negro los trazos que dan forma a su rostro con su melena. El toque final fue montar el autorretrato, con dos clavos de cobre, en el trozo de madera oscura que se ve en la fotografía.
Las otras piezas son unos pequeños platos de cobre que cuelgan de una pared del comedor donde los miro y admiro todos los días.
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