A mediados de los 80’s Gonzalo inició un proyecto para poder independizarse trabajando en algo creativo que también le permitiese estar en casa y ayudar con los hijos mientras yo me iba con mis alumnos a trabajar en las montañas. Así fue que empezó un proyecto para construir un horno para cerámica de alta temperatura en la parte de atrás del jardín.
Fueron casi 4 años de asesorarse, ahorrar, contactar gente capacitada para construir el horno (el maravilloso Raúl) y crear diseños varios que les mostraré en esta sección.
El horno quedó listo a finales de 1987 y empezó el tiempo de hacer pruebas hasta encontrar una buena fórmula para la pasta. Le siguieron muchas más pruebas para llegar a fórmulas estables para los esmaltes –los mates y los transparentes–, y los colores –azules, verdes, unos pocos en rojo y varios tonos de blancos, grises y beige.
Los primeros diseños fueron de un juego de café y un plato hondo con otro extendido que iban a formar parte de una vajilla con otras piezas que Gonzalo ya no llegó a diseñar.
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